Prensa Agrotime:Los satélites se han utilizado para observar el océano desde la década de 1970; Los biólogos y oceanógrafos colaboran desde hace más de una década en la búsqueda de las condiciones oceanográficas favorables para la presencia de especies pesqueras pelágicas. Por ejemplo, la flota vasca de bajura, a través del centro tecnológico AZTI, tienen como aliados tecnológicos a los satélites de observación terrestre MODIS, NOAA y JASON para la pesca del bonito (Thunnus alalunga ) y cimarrón (Thunnus thynnu). Estas dos especies tienen unas preferencias medioambientales muy marcadas: al primero le gusta estar a 16-20 ºC y a 17-21 ºC al segundo. Los datos de temperatura superficial del océano captado por los satélites, junto con otras variables medioambientales como la concentración de clorofila o la altura de la superficie libre del mar, pueden ser transformados en zonas de alta probabilidad de encontrar a estos túnidos.
Como funciona este sistema satelital
Esta relación entre la situación medioambiental del océano y los atunes es utilizada con provecho por los pescadores y los científicos. A principios de verano, cuando empieza la costera de estas dos especies en el Cantábrico, técnicos de Azti-Tecnalia envían mapas de probabilidad de pesca a la flota de bajura 2 veces por semana. Los pescadores, a su vez, registran las capturas (en cantidad y coordenadas geográficas), así como otros datos de interés, en una aplicación informática (Diario de Pesca). La información que éste contiene será de gran utilidad para que los científicos calibren y ajusten los modelos sobre los que se basan para calcular los mapas de probabilidad. También proporcionan información general sobre la dinámica de estas especies y contribuyen a su mejor conocimiento.
Esta colaboración exitosa entre nuestra comunidad pesquera y científica se viene dando desde hace 9 años, siendo los productos tecnológicos (mapas) cada vez más perfeccionados y la aceptación entre la flota cada vez más extendida.