Prensa Agrotime: Ecuador se ubica en una posición privilegiada en términos oceanográficos, y sus casi mil kilómetros de costa cuentan con una rica plataforma marina con abundantes recursos pesqueros, unido a su gran producción acuícola, enfocada principalmente a la cría del camarón, por tal razón le convierten a este país en uno de los principales exportadores de productos pesqueros y derivados de América Latina. En la actualidad Ecuador es el tercer mayor productor mundial, únicamente superado por China e India. En el mercado acuícola ecuatoriano, el camarón blanco del Pacífico (vannamei) es la especie acuática más importante producida actualmente.
El camarón, ecuatoriano en los mercados internacionales
La producción nacional de camarón se ha disparado en los últimos años, hasta el punto que la industria camaronera ecuatoriana genera 3.100 millones de dólares al año en más de 200.000 hectáreas de cultivo y supone alrededor del 15% del total de la exportación de Ecuador. Existen alrededor de 3000 laboratorios en Ecuador, en los cuales hay en torno a 66.000 millones de larvas, con un promedio anual de 300.000 larvas sembradas por hectáreas. En lo que respecta a los mercados de exportación, Asia representa en 2019 el principal destino de las exportaciones ecuatorianas de camarón, con un 67% del total, según cifras de la Cámara Nacional de Acuacultura de Ecuador.
Ecuador, potencia atunera a nivel mundial
Ecuador tiene la segunda flota atunera más potente del Pacífico Oriental, después de Tailandia. Actualmente el país cuenta con 118 embarcaciones que, en conjunto, tienen una capacidad de arrastre de 98 000 toneladas. En 2018, de las 593.000 toneladas de atún que se capturaron en el Océano Pacífico Oriental, un 61% llegaron a puertos ecuatorianos. Las industrias locales ecuatorianas procesan 500.000 toneladas de atún al año, de las cuales el 80% se envía al mercado externo y sólo un 20% es para el consumo local. El atún representa el 5% del PIB de Ecuador, sólo superado por el banano y el camarón y, en 2018, las exportaciones de este pescado sumaron 97 millones USD (21.000 t.), que representan el 20% más que en 2017.
La demanda internacional y el consumo interno de pescado en Ecuador
En la actualidad, el camarón y las conservas de pescado están entre los 3 productos ecuatorianos más exportados a los mercados internacionales, y su demanda internacional viene creciendo en los últimos años. Sin embargo, aunque la pesca y la acuacultura son muy importantes para la economía ecuatoriana (en 2018 representan más de un 5% del PIB de Ecuador), su consumo interno se encuentra entre los más bajos de los países latinoamericanos. En este sentido, cabe reseñar que el consumo de pescado en América Latina es el más bajo a nivel mundial.
Oportunidades en el sector
Los casi 1.000 kilómetros de costa de Ecuador, unidos a la gran oferta pesquera y acuícola que posee el país, lo sitúan como un destino muy relevante dentro del comercio internacional para apostar por este sector. La pesca es uno de los sectores prioritarios dentro de la economía ecuatoriana y uno de los que mayor inversión extranjera recibe. Según los registros del Banco Central del Ecuador, en 2018 la IED en el sector de agricultura, silvicultura, caza y pesca fue de 59,2 millones USD, de cuyo total 29,6 millones USD (50% del total) provenían de España, siendo con diferencia el mayor inversor extranjero en este sector. La inversión española total en 2018 alcanzó 171,5 millones, siendo el cuarto mayor inversor de Ecuador con una cuota de 12,2%.
Además, el Acuerdo Comercial Multipartes entre la Unión Europea y Ecuador, en vigor desde enero de 2017, que ha permitido el establecimiento de bajos aranceles (0% en su mayoría) a los productos del sector pesquero y acuícola para las exportaciones a los países del bloque europeo, generan además un marco comercial favorable para las inversiones y exportaciones en este sector en el país andino.
Acuicultura ecuatoriana desarrollo económico social
Para Ecuador esta actividades productivas se consideran un medio para reforzar la seguridad alimentaria de las poblaciones locales, además de ser un generador de ingresos y una fuente de empleo que mitiga la tendencia a la urbanización creando una mayor demanda de bienes y servicios que estimulan la inversión nacional e internacional, descentralizando las actividades económicas, y fomentando el crecimiento económico regional y el bienestar social demostrando la posibilidad de ser la base de un desarrollo sostenible y armónico.