Prensa Agrotime: De las seis especies de camélidos existentes en el mundo, cuatro son sudamericanas. Siendo La Vicuña y el Guanaco especies silvestres de camélidos mientras que las Llama y la alpaca corresponden a especies domesticadas. Hoy nos enfocaremos en esta última especie de camélido la cual abunda principalmente en el Perú y el es una de las principales fuentes de ingreso para miles de familias alto andinas de este país.
Alpacas peruanas
Desde tiempos pre incas, esta maravillosa especie ha sido parte de la cultura, y es una parte integral de la vida cotidiana en la región andina. Las alpacas habitan en distintos departamentos del Perú, como Puno, Cusco, Arequipa y Huancavelica. Estos animales han sido y siguen siendo el sustento de los pobladores de los Andes, ya que son fuente de alimento, de vestido, abono para la tierra y animales de carga.
Las alpacas eran atesoradas como el animal más importante para la civilización Incaica.
Para los incas estos animales eran preferidos para los sacrificios religiosos; Los Incas pensaban que sacrificar una alpaca servía para apaciguar a sus dioses. Su carne se consumía fresca en preparaciones tradicionales como charqui y chalona; con su lana confeccionaban hilos y tejidos, un pedazo de tela o ropa se consideraba como el regalo más preciado, era signo de estatus social y era exclusiva para los miembros de la familia real y los más altos funcionarios del Imperio Inca. Sus huesos, cuero, grasa y excrementos tenían aplicaciones diversas como instrumentos musicales, calzado, medicinas y abono respectivamente.
Manejo reproductivo
Las alpacas son polígamas, es decir, un macho puede aparearse con varias hembras. Se pueden aparear en cualquier momento del el año. El período de gestación dura de 242-345 días, después de lo cual una alpaca pare solamente una cría; estas se alimentan de leche materna durante 6 meses y se destetan más temprano o más tarde, según la tasa de crecimiento.
Reproducción en la hembra: método de empadre continuo
Este método es el más simple. Y consiste, en que uno o más machos están con las hembras todo el año. Para controlar la calidad reproductiva, se castran o se sacan del rebaño los machos cuya reproducción se quiere impedir, seleccionando solo los mejores machos, que se dejan enteros para cubran a las hembras. Es uno de los métodos practicados en rebaños pequeños de comunidades campesinas. La principal ventaja de este método radica en su simplicidad. Requiere poco esfuerzo organizativo y de mano de obra.
Reproducción en la hembra: método de empadre controlado individualmente
Este método de empadre involucra reunir cada hembra con un macho en un lugar apropiado para que se efectué la cópula. Naturalmente, supone que machos y hembras se manejan separados el resto del tiempo, y que solo entran en contacto en el momento del empadre. Esto permite mantener registros de la historia reproductiva de las hembras y facilita la detección de pérdidas y de ineficiencias. Al saberse la fecha de concepción es posible prever la fecha aproximada de parición. Requiere por lo menos dos personas para manejar los animales y controlarlos en caso que surjan problemas. La implementación de este método requiere que las hembras se manejen de acuerdo a su estado reproductivo. Así mismo tenemos la Reproducción en la hembra mediante el método de empadre amarrado y empadre controlado a campo
Situación actual de las biotecnologías reproductivas en alpacas
Las herramientas biotecnológicas pueden contribuir rápidamente a superar diversos problemas en el ámbito reproductivo mediante técnicas que permitan elevar los bajos índices de fertilidad y así obtener un mayor número de animales de alto valor formando núcleos genéticos que cumplan un rol como reproductores. El desarrollo de tecnologías reproductivas como la Inseminación Artificial, Transferencia de embriones, Fecundación In vitro. Se presentan como importantes alternativas para contribuir a mejorar la calidad genética en un menor tiempo y por ende a mejorar los ingresos de los pobladores de las zonas andinas.
Fecundación in vitro o Fertilización in vitro (FIV)
Esta técnica de reproducción asistida consiste básicamente en tres etapas con objetivos específicos: Una de ellas es Recuperación de ovocitos, las segunda es la Inseminación, fertilización y cultivo de los embriones, y la tercera la Transferencia de embriones. Los ovocitos recuperados son aislados y clasificados: Maduros, inmaduros, atrésicos o con la zona fracturada. Siendo estos dos últimos no aptos para la fertilización. Los ovocitos son puestos a un cultivo para completar su maduración hasta observar la expulsión del segundo cuerpo polar.
Una vez lograda la maduración, se ponen en contacto ambos gametos en un medio de cultivo óptimo para la fecundación durante 18- 24 horas, periodo en el cual comienza su clivaje. Posteriormente, se comprueba la fertilización por observación directa. Cuando los embriones se han desarrollado, el objetivo es transferirlos al útero de la hembra utilizado una cánula de plástico que ingresa por el cuello del útero para depositar los embriones en el útero.
Inyección intracitoplasmática de espermatozoides
En este método, los pasos a seguir son idénticos al de FIV, excepto por la fertilización de los óvulos in vitro. La técnica selecciona un espermatozoide para cada óvulo utilizando un microscopio invertido con accesorios micromanipuladores; es decir, agujas especiales para la introducción del espermatozoide al citoplasma de un óvulo maduro. Los casos en los que se emplea esta técnica de alta complejidad son aquellos en los que el número de espermatozoides es bajo, hay una deficiente morfología y movilidad de los gametos masculinos, inhabilidad del espermatozoide para penetrar el ovocito, etc. Además, esta técnica puede ser también aplicada para preservar la biodiversidad y producir animales transgénicos, para lo cual se requieren algunas modificaciones respecto al protocolo tradicional con el objetivo de incrementar la tasa de éxito.
Es considerada ser más eficiente que FIV e IA debido a que para ICSI solo un espermatozoide intacto es suficiente para fertilizar un ovocito mientras que para las otras técnicas se requieren generalmente millones. (Parmar, 2013)