Muchas veces para algunas personas el tener un canino u otra mascota en casa es sinónimo de tener garrapatas cuando no se tiene un sentido muy atractivo hacia las mismas, pero si su dilema son las garrapatas es necesario saber estas son artrópodos que pertenecen al orden de los ácaros. La localización y la densidad poblacional de las garrapatas dependen en gran medida del clima y de la cantidad de posibles hospedadores, siendo los climas cálidos como la primavera y el verano donde tienen más resistencia a su proliferación.
Así, la infestación por garrapatas es estacional, aunque podemos encontrarlas durante todo el año dada su capacidad para permanecer latentes sobre la vegetación. Es habitual encontrarlas en lugares con vegetación, como parques y jardines, márgenes de los ríos, bosques y zonas de paso de ganado.
De allí que se conocen dos tipos de garrapatas: blandas y duras, siendo estas últimas las que parasitan a nuestras mascotas domésticas. Se diferencian machos y hembras, su tamaño varía entre muy pocos milímetros hasta un centímetro de longitud, y la coloración, variable según la especie, puede ser marrón café o grisáceo. Poseen cuatro pares de patas y un aparato bucal especializado denominado capítulo, que les permite penetrar la piel y alimentarse de la sangre de los animales que actúan como hospedadores. La hembra adulta de la garrapata puede llegar a crecer hasta un centímetro tras ingerir sangre antes de la puesta de huevos.
El ciclo de vida de las garrapatas pasa por distintas fases o estadios, iniciándose cuando la hembra adulta deposita huevos en el medioambiente. Estos diminutos huevos eclosionan y dan lugar a larvas, las cuales esperan el paso de un hospedador para alimentarse. A los pocos días, vuelven al medio externo para mudar a ninfas, que se alimentan de un nuevo hospedador, para regresar nuevamente al medio y transformarse en adultos.
Ninfas y adultos pasan la mayor parte del tiempo en el suelo y la vegetación, incluso durante meses en fase latente sin alimentarse. Cuando los adultos machos y hembras alcanzan un hospedador definitivo de gran tamaño, como perros, gatos, ganado vacuno, ovino o equino, o el ser humano, ingieren su sangre, se aparean, y las hembras cargadas de huevos bajan al medio tras un periodo de entre 5 y 14 días, para depositarlos y cerrar así el ciclo.
Con toda la información antes suministrada sobre el ciclo de estos parásitos es necesario brindarles a nuestras mascotas el cuidado necesario que ellas se merecen como sus vacunas periódicamente y proporcionarles el alimento necesario que les nutra adecuadamente y les evite ser casa de criaderos de garrapatas por cuanto para las mismas es un eterno sufrimiento el poseerlas y son los parásitos externos cuyas picaduras afectan con más frecuencia.