La necesidad de desconectar de la ciudad y conectar con la naturaleza es un buen motivo para tener en mente una escapada enológica. A esto, súmale el placer de la gastronomía y el vino, pues todas las zonas con viñedos tienen asociada una rica gastronomía. Además, son viajes que se pueden disfrutar en pareja, con amigos e incluso en familia; pues cada vez son más las bodegas o destinos que ofrecen experiencias para los más pequeños. El enoturismo puede ser considerado como un segmento del turismo gastronómico con orientación clara hacia el atractivo de las bodegas, regiones vitivinícolas y actividades recreacionales vinculadas con la historia, cultura, producción y disfrute del vino Por definición, un turista enológico es una persona amante del vino, y de la naturaleza.

¿Cuál es la mejor época para visitarlas?

El turismo enológico se puede practicar en cualquier estación del año. Pero las estaciones donde los viñedos lucen con mayor esplendor son el final de la primavera y el comienzo del otoño. En estas dos estaciones del año, el color de sus hojas tiñe de verde en primavera y marrones y en otoño los campos de nuestra geografía. Además, las temperaturas en esas dos estaciones son todavía suaves, y no tendrás que soportar ni un excesivo frío o calor para recorrer los viñedos.

Particularmente, el final del verano y comienzo del otoño es la época más popular para las visitas enológicas. En la época de la vendimia se realizan en diferentes partes de España las llamadas Fiestas de la Vendimia, donde la recogida se combina con actividades más lúdicas y gastronómicas.

Actividades dentro del enoturismo

El enoturismo no solo consiste en visitar bodegas como muchos pudieran imaginar. Dentro del enoturismo hay muchas actividades complementarias que hacen del turismo enológico una experiencia cultural completa. Son muchas las bodegas que programan actividades como degustaciones y catas, talleres y cursos divulgativos, rutas a caballo o incluso ofrecen la posibilidad de disfrutar de arte y cultura.

El valor del enoturismo.

Todo aquel que consuma vino seguramente le habrá surgido alguna vez la siguiente cuestión mientras disfruta de una copa o abre una botella. ¿Como se habrá elaborado este vino? pregunta que quizás unos pocos puedan responder de forma clara y directa, pero que por lo general el consumidor carente de conocimientos sobre vino tendrá una ligera idea de cómo se elabora, pero no sabrá a ciencia cierta cómo es en realidad es el proceso.

Ante las dudas siempre cabe la posibilidad de acudir a una bodega y que nos expliquen cómo se llega partiendo de la uva a los que estamos bebiendo. Ese es el camino más directo, un primer paso que nos lleve a pensar en empezar a hacer enoturismo. Cada vino, cada bodega, cada parcela tiene su porqué, su historia y sus orígenes, conocerlos nos abrirá un puerta a conocer a ese vino desde un punto de vista más amplio, a mirarlo con otros ojos, en definitiva a entenderlo, a apreciarlo.

Todo ello, sumado a la oferta anteriormente comentada nos ofrece una puerta abierta no sólo al conocimiento y al disfrute, sino a un más amplio concepto de poner en valor el trabajo de todas aquellas personas implicadas en el proceso de elaboración de un vino. A la socorrida frase: «El mejor vino es aquel que más te gusta», no voy a contradecirla ya que es cierta, pero seguro que si a algunos vinos les diésemos la oportunidad de conocerlos desde donde nacen, a su historia, y llegar a entenderlos mejor, probablemente ampliaríamos nuestro catálogo particular.

No cabe duda alguna que el enoturismo pone el valor al producto, en este caso el vino. Un consumidor cada vez más inquieto emocionalmente y que reclama conocer que hay detrás del producto que adquiere y consume. España va avanzando en su oferta con las llamadas rutas del vino, el trabajo de las propias denominaciones, la oferta que desde bodegas o agencias especializadas llegan al cliente crece poco a poco, y cada vez es más atractiva y variada. Un tipo de turismo necesario, respetuoso con el medioambiente, inclusivo, y por qué no también familiar.

Las mejores rutas de turismo enológico por España

Diferentes ayuntamientos y comunidades autónomas se han esforzado en los últimos años en desarrollar sus rutas del vino para ayudar a los turistas en sus visitas. Aquí te dejamos el listado de las 23 rutas oficiales que existen actualmente en España:

  1. Ruta del Vino de Alicante
  2. Ruta del Vino Bierzo Enoturismo
  3. Ruta del Vino de Bullas
  4. Ruta del Vino de La Garnacha – Campo de Borja
  5. Ruta del Vino de Campo de Cariñena
  6. Ruta del Vino de Lleida – Costers del Segre
  7. Ruta del Vino D.O. Empordá
  8. Ruta del Vino de Jumilla
  9. Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez
  10. Ruta del Vino de Montilla – Moriles
  11. Ruta del Vino de Navarra
  12. Ruta del Vino Enoturisme Penedès
  13. Ruta do Viño Rías Baixas
  14. Ruta del Vino de Ribera del Duero
  15. Ruta del Vino de Ribera del Guadiana
  16. Ruta del Vino de Rioja Alavesa
  17. Ruta del Vino de Rioja Alta
  18. Ruta de las Bodegas y Vinos de la Serranía de Ronda
  19. Ruta del Vino de Rueda
  20. Ruta del Vino de Somontano
  21. Ruta del Txakoli de Aiaraldea
  22. Ruta del Vino de Utiel – Requena
  23. Ruta del Vino de Yecla
Autor: Lcdo. Jesús Mosquera

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