Prensa Agrotime: Las abejas melíferas, insectos pertenecientes al género Apis, son una especie eusocial, es decir, que pertenecen al nivel más alto de organización social de todos los animales. En las colmenas, habitadas por enjambres, conviven distintas castas de abejas: la reina, las abejas obreras (hembras) y los zánganos (machos).
Pero, ¿cómo se convierte una abeja en reina? En este artículo de resolveremos esta y muchas otras dudas sobre la abeja reina, descubriendo, por ejemplo, cómo diferenciarla de las demás y cómo se produce la lucha entre las reinas. Te lo explicamos todo, ¡sigue leyendo!
El nacimiento de la abeja reina
Antes de responder a esta pregunta, es fundamental conocer las dos situaciones distintas que pueden generar la necesidad de una nueva reina: la muerte de la abeja reina (o abeja maestra) o la creación de un nuevo enjambre por falta de espacio en el actual, que irá en busca de una nueva colmena.
Denominamos enjambre a una agrupación de abejas, generalmente en movimiento. En ocasiones, un grupo grande de abejas abandona la colonia con una reina para establecerse en una nueva colmena, llegando a formar enjambres de hasta 20 metros.
Antes del evento, la colmena se encarga de criar una nueva reina, ya que la mayoría de especies de abejas no sobrevivirían sin ella. Este fenómeno suele aparecer cuando la colmena se vuelve demasiado pequeña para alojar a todos sus individuos, generalmente a finales de primavera y durante todo el verano, cuando la actividad del enjambre alcanza su punto álgido. Ahora que ya conoces las causas de la crianza de una nueva reina, vamos a descubrir cómo una abeja se convierte en reina.
Debido a que las abejas obreras no viven mucho tiempo y la supervivencia de una colmena depende directamente de la reina, cuando las obreras sospechan que necesitarán una nueva pronto, seleccionan de 3 a 5 larvas que colocarán en las denominadas «celdas reales», unas celdas especiales, de tamaño grande.
Estas larvas se alimentarán únicamente con jalea real, lo que implica: Gran tamaño, con un abdomen protuberante, una longevidad notablemente superior a la de otros miembros de su misma colmena, situándose entre los 3 y los 5 años, a diferencia de las obreras, que suelen vivir un máximo de 5 semanas; tienen la capacidad de llegar a poner hasta 2.000 huevos al día. Así como, la ausencia del órgano de succión de igual forma tiene tonalidades distintas, llegando a alcanzar un color bronceado.
¿Cómo se reproduce la abeja reina?
Los machos persiguen a la hembra durante el «vuelo nupcial» tratando de reproducirse con ella, sin embargo, solamente los machos más rápidos conseguirán fertilizarla. Una vez llena de esperma, la abeja reina vuelve a a colmena a descansar durante unos días, antes de empezar con la puesta de huevos que ayudará al crecimiento de la colmena.
¿Cómo identificar la abeja reina?
Pero, ¿cómo es la abeja reina? Existen algunos detalles morfológicos que pueden ayudarnos a saber cómo reconocer a una abeja reina: De entre todas las abejas, la reina suele ser la más grande, exceptuando en algunas especies. Si observamos el cuerpo de una abeja, podemos observar en la reina un abdomen más grande y robusto. Así mismo, el aguijón de la abeja reina no está dentado, lo que le permite picar a voluntad sin fallecer. Por el contrario, las abejas obreras tienen un aguijón serrado que causa que permanezca en el cuerpo de su objetivo, provocando inevitablemente su propia muerte; Las extremidades de la abeja reina, especialmente las posteriores, suelen ser notablemente grandes y cuando se desplaza por la colmena, las demás abejas suelen dejarla pasar. Estos son algunos formas que podemos tomar en cuenta para conocer quién es la reina dentro de la colmena.
Curiosidades de la abeja reina
La vida de una reina nunca ha sido fácil, llena de responsabilidades, decisiones por tomar y un reino que cuidar. Sin embargo, en el mundo de las abejas no todo es lo que parece. Las curiosidades de la reina abeja sale de los cánones comunes de la naturaleza. Te va a sorprender
No es reina fundadora
Primero la reina abeja, al contrario de otras especies como abejas solitarias bombus etc no es capaz de fundar una familia sola, es decir, necesita de una cantidad importante de obreras que la alimenten, creen la cunas y traigan alimentos a la colmena.
Nunca visitará una flor
Parece una contradicción, sin embargo, su majestad jamás verá el color, o sentirá el aroma de las flores y nunca probará el sabor del néctar fresco o la dulce miel. Suena surrealista que las abejas teniendo millones de años en simbiosis con las flores tengan una reina que ni siquiera las conozca.
La reina de la colmena no manda
Contrario a lo que todos creemos, la reina, no toma ninguna decisión, quienes deciden son las obreras más jóvenes, las que aún hacen trabajo dentro de la colmena.
La reina es criada en una realera
Al contrario de las obreras que nacen de celdillas, la reina tiene una cámara especial donde es criada, se llama realera y a menudo está de forma vertical , si, la alea real va cambiando y hace que la reina desafíe la gravedad y no caiga.
La reina puede ser reemplazada
Si la reina no cumple en su labor será reemplazada, las causas son múltiples, entre ellas, la enfermedad, una deficiente condición física
Además, falta de alas, patas, traumatismos, vejez, enfermedades, espermateca agotada, reina proveniente de larvas inadecuadas, etcétera. Finalmente una investigación cree que los zánganos a veces ciegan a la reina para impedir que busque a otros.
Importancia de abeja en la colmena y el ecosistema
La abeja reina está destinada a ejercer un papel preponderante en la vida de la colmena. Es la que mantiene la unidad y la armonía entre las decenas de miles de abejas que conviven en el mismo espacio. Ella es la que pondrá los huevos por lo cual cumple el rol reproductivo de toda la colmena, que más tarde se convertirán en larvas y luego en abejas. Las más jóvenes cuidarán de las recién nacidas hasta que se conviertan en abejas adultas. Una abeja vive entre un mes y medio a 6 meses, en cambio las reinas pueden vivir mucho tiempo más, hasta los 4 años.
Teniendo en cuenta además el papel súper importante que juegan en el proceso de polinización, y la biodiversidad del cultivo y en la agricultura y la alimentación en general. Sin duda este pequeño animal aporta significativamente a nuestro sistema ecológico.