Prensa Agrotime: La apitoxina es el veneno secretado por las abejas hembra El término proviene del latín Apis que significa abeja, y del griego toxikon que se refiere a veneno. Es el producto segregado por un par de glándulas, una de naturaleza ácida y otra alcalina, incluidas en el interior del abdomen de la abeja y que es introducido en la piel en proporción de 0.3 mg por cada aguijoneada. Los ganglios nerviosos que forman parte de la cadena abdominal, aunque la abeja muere del picado,
La apitoxina es un líquido transparente, con olor a miel acentuado y de sabor amargo, el cual posee propiedades antiinflamatorias, analgésicas y estimulantes de la circulación sanguínea, Este veneno se utiliza para aliviar padecimientos como: artritis, ciática, osteoartritis, eccema, se utiliza además como un tratamiento alternativo para aliviar algunas patologías reumáticas y otras afecciones articulares. No hay ningún estudio de calidad que avale la eficacia de la terapia basada en la picadura de abejas y, en algunos casos, puede provocar reacciones alérgicas graves, incluso shock anafiláctico.
¿Qué es la apiterapia?
La apiterapia es una terapia alternativa basada en elementos provenientes de las colmenas de las abejas para prevenir y curar diversas enfermedades. Se utilizan elementos como: miel, jalea real, pan de abeja, cera, propóleos, veneno de abeja, larvas de zángano, abejas enteras, aire de la colmena o el polen. A estos componentes, así como a componentes del veneno de las abejas, se les atribuyen propiedades para acelera la cura de enfermedades estimulando las defensas del organismo y mejorando a su vez el estado de ánimo. Sin embargo, no existen suficientes evidencias científicas que avalen estos beneficios y algunas aplicaciones, como la inyección del veneno a través de acupuntura o del propio aguijón del insecto, pueden resultar peligrosas.
Extracción
Muchos investigadores han desarrollado técnicas para la extracción de la apitoxina y han adaptado un equipo utilizando electro estimulación, colocando un marco electrificado a la entrada de la colmena. Cuando la abeja se posa en él, recibe una pequeña descarga eléctrica, que la obliga a picar y el veneno descargado se deposita en una placa de vidrio, donde se seca, y posteriormente se obtiene la apitoxina, raspando la placa de vidrio.
Composición de apitoxina
Entre los componentes que forman parte de la apitoxina se encuentran enzimas, polipéptidos, componentes no péptidos de bajo peso molecular y otros componentes. Las acciones del veneno de abeja se deben a sus componentes principales: Melitina, que se encuentra en mayor porcentaje y actúa sobre el sistema inmunológico, corrigiendo ataques de anticuerpos hacia las articulaciones y la mielina, Fosfolipasa A2, enzima que destruye la membrana celular, atacando los fosfolípidos que la componen. Asimismo, inactiva la tromboquinasa, e inhibe la fosforilación oxidativa, Adolapina, que es un analgésico, Hialuronidasa, que es un vasodilatador y hemolítico, que ayuda en la dispersión del veneno.
Formas farmacéuticas
La Apitoxina es considerada un medicamento homeopático y se encuentra incluido en todas las Farmacopeas Homeopáticas del mundo. La industria farmacéutica ha incluido la apitoxina en formas de inyectables, tabletas sublinguales, cremas, geles y gotas. Es importante destacar que los laboratorios que desarrollan este tipo de productos deben cumplir con especificaciones exigidas por las autoridades regulatorias de cada país, con el objetivo de que los productos tengan calidad, seguridad y eficacia. En conclusión, cada vez es más extensa la aplicación del veneno de las abejas para el tratamiento de numerosas enfermedades, por lo que es un campo para la investigación y la innovación, y en el caso de los preparados medicinales que contienen apitoxina, pueden ser una solución de las terapias convencionales
Historia de la apitoxina
No se conoce cuándo se comenzó a utilizar los elementos de las colmenas como tratamientos medicinales, pero ya en la cultura egipcia se utilizaban estos productos. Por ejemplo, el propóleos se utilizaba para embalsamar las momias y el veneno de las abejas era utilizado por Cleopatra como tratamiento para los dolores.
Antiguamente, solo la miel, polen y propóleos eran los elementos que se utilizaban de las colmenas como terapias medicinales. Sin embargo, Phillip Terc, considerado el padre de la apiterapia, en el año 1.888 comenzó a utilizar el veneno de las abejas. El médico utilizó su veneno para tratar a personas con enfermedades reumáticas, iniciando así el método de la apiterapia que actualmente se utiliza.
¿Qué beneficios se le han atribuido?
A esta terapia se le han atribuido beneficios para enfermedades musculares y de las articulaciones, enfermedades autoinmunes y enfermedades depresoras del sistema inmunológico. Se emplea, aunque sin suficiente respaldo científico, en enfermedades como: psoriasis, lupus, enfermedades articulares, jaquecas, lumbago, inflamación del nervio ciático, discopatías, hombro congelado, molestias cervicales, trastornos hormonales en las mujeres, depresión, ansiedad…
Beneficios
Los potenciales beneficios de algunos de los componentes encontrados en una colmena son:
- Veneno:Se están investigando sus propiedades frente a diversas enfermedades, como el cáncer, pero los resultados son aún muy preliminares.
- Polen:Se ha especulado que, incluso, parece tener un poder regulador del peso.
- Propóleos:Se le atribuyen propiedades antibióticas, cicatrizantes y antivirales.
- Miel:Tiene propiedades antioxidantes y se supone que es un depurador del sistema digestivo.
Jalea real: Tiene fines regeneradores, por lo que es utilizado en la fabricación de cosméticos.